BUENOS AIRES.- La investigación judicial del femicidio de Claudia Schaefer, asesinada en el viernes en el country Martindale, en Pilar, suma pruebas que complican la situación procesal de su ex esposo, el empresario y licenciado en Administración de Empresas Fernando Farré.
El empresario es acusado de haber asesinado a puñaladas a su ex mujer y el resultado preliminar de la autopsia que se le practicó a Schaefer demostró que la víctima intentó defenderse. Las marcas en las manos de la mujer y los rastros en distintas partes del cuerpo del homicida así lo demuestran.
Los investigadores del caso también creen que el empresario siguió asestándole cuchilladas aún después de haberla degollado. Y que fue tal la saña con la que atacó a su ex mujer que uno de los dos cuchillos que usó terminó con la punta doblada.
Ayer, se esperaba que el informe oficial de la necropsia esté en manos de la fiscal Carolina Carballido Calatayud, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar, quien además iba a tomar declaración al abogado civil de la mujer, que estaba presente en el momento del crimen. La letrada de Farré, quien también se hallaba en la vivienda cuando ocurrió el ataque, lo hará dentro de dos semanas, cuando regrese de un viaje.
La otra testigo del ataque, la madre de Farré, no declarará por ahora debido al estado de shock en que se encuentra.
Las pericias
Para avanzar en la investigación, la fiscal pedirá una batería de peritajes psiquiátricos para establecer la salud mental del único detenido por el femicidio.
Durante la autopsia, según se informó, los forenses detectaron en las manos de Schaefer signos típicos de defensa. Fuentes judiciales revelaron que la falange de uno de sus dedos tenía un corte.
Según los investigadores, previo a ser degollada la víctima luchó con el agresor. Farré también tiene lesiones en los miembros superiores que podrían coincidir con un forcejeo. Otra marca, en un ojo del empresario, podría ser signo de que la mujer le dio una trompada para defenderse.
La crueldad del ataque quedó reflejada en la autopsia. Los peritos establecieron que el corte mortal en el cuello ocurrió cuando la víctima estaba de espaldas al homicida. Y consignaron que el cuerpo de la mujer tenía puntazos a la altura del pecho, “pero de escasa vitalidad”. Para los especialistas, estos cortes se dieron cuando Schaefer había muerto.
La defensa
En este contexto el abogado Gustavo Álvarez, defensor del empresario dijo que presentarán peritos de parte para demostrar que su cliente actuó bajo emoción violenta. “Mi cliente estaba en tratamiento psiquiátrico desde hace dos meses”, remarcó.
El letrado también señaló que “no está claro quién llevó” los cuchillos al vestidor en donde ocurrió el crimen. Además, consideró que “no incide” en la causa que su cliente haya tenido una denuncia en su contra de parte de la víctima por violencia de género.
Alvarez insistió con la hipótesis de que su defendido actuó bajo “emoción violenta” y reiteró que su cliente tomaba “antidepresivos”, cuya ingesta “exacerba su situación” al momento del hecho.
Luego, reiteró sus sospechas acerca de cómo surgieron las armas homicidas. “Dentro de la causa no está claro quién los llevó, cómo aparecieron esos dos cuchillos dentro de lo que era un cambiador”, enfatizó durante una entrevista radial.
Consultado sobre si consideraba que la víctima, Claudia Schaefer, fue quien trasladó las armas blancas hasta el vestidor, respondió: “No lo descarto”.
En esa línea, anticipó que procurará que se presente a declarar ante la Justicia la madre del imputado.
Detalló que esa mujer “fue la persona que vio gran parte de todo este desarrollo (del hecho) a través de una ventana que fue la que se rompió, la ventana posterior de donde estaba el vestidor”.
También aseguró que la madre de Farré todavía no estaba “en condiciones emocionales” para declarar pero adelantó que, cuando se reponga, intentará que se presente ante la Justicia.
“Cuando esté en condiciones, la voy a llevar para que dé su testimonio y ahí se van a aclarar ciertas circunstancias. Y posiblemente ella pueda haber visto quién llevó los cuchillos o si los cuchillos estaban (en el vestidor)”, manifestó.
El viernes, según detalla la investigación, Farré apuñaló y mató a su esposa mientras discutían por la división de bienes en el marco de su proceso de divorcio en un cambiador de una casa del country Martindale. Sus respectivos abogados en ese proceso estaban a pocos metros de la escena del crimen, debido a que ambos habían acordado encontrarse en la vivienda cada uno con sus letrados para que la mujer sacara sus pertenencias y dejaran constancia de los bienes que se llevaba. (Especial - DyN)